Observaciones:
La medida tiene implícito el reconocimiento de los impactos positivos que los procesos migratorios producen en el bienestar y en el desarrollo humano, en el reemplazo demográfico, en las demandas insatisfechas de los mercados de trabajo, en el aporte de saberes y conocimiento y en el enriquecimiento cultural de los pueblos de los países de destino. Conlleva además la promoción de la aplicación efectiva de estándares éticos en el proceso de contratación de trabajadores migrantes.
Asimismo, entrelaza derechos con dimensiones específicas que aparecen explicitadas en todas las restantes medidas de estas matrices. El cuidado aparece esta vez de manera explícita y da pie para las consideraciones de la MP 73, por ejemplo. Las remesas, consignadas en la MP 70, guardan relación con la meta 10.c de los ODS (“Para 2030, reducir a menos del 3% los costos de transacción de las remesas de los migrantes y eliminar los canales de envío de remesas con un costo superior al 5%”), pero la reducción de costos indicada podría alcanzarse con antelación en la región, por lo que debe evaluarse si la meta es pertinente (y además cabe examinar si las remesas contribuyen a reducir las asimetrías y la desigualdad).
Todas las líneas de acción y las metas e indicadores respectivos de las restantes medidas nutren el seguimiento de la MP 68.
Otros instrumentos, instancias y mecanismos relacionados:
La Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares (firmada por 17 países en la región) y a todos los otros instrumentos internacionales y americanos de derechos humanos (y los informes de sus órganos de tratado). Cabe considerar los mandatos de los organismos de las Naciones Unidas y el de la OIM. Los planes y compromisos de la Conferencia Regional de Migración y la Conferencia Suramericana sobre Migraciones sirven también de sustento, en particular al incluir países que no ratificaron la Convención. La CELAC, la Cumbre de las Américas, la UNASUR, el MERCOSUR, la CAN, el SICA y otras agrupaciones son espacios propicios para hacer seguimiento, si bien con distinciones en la fuerza de sus compromisos y la inclusión de países.68